miércoles, 21 de mayo de 2008

Vigésimo primer día

Comparto una opinión leída hoy en un periódico nacional, con respecto a que muchos se olvidan de su propio pasado y cuestionan los de otros.
Está bien que tengamos mala memoria, quizás mala memoria causada por la falta de deseo de reconocer que en una etapa de nuestras historias las cosas se hicieron mal, muy mal..pero olvidarlas, es falta de madurez.
Las cosas pasan, dejan huella, marcan a todos, a generaciones pasadas y futuras, la pena es que muchos las eliminan, las borran y no aprenden..más encima tienen la patudes de cuestionar las historias de otros, esos otros que han aprendido, reconocido y no quieren repetir la experiencia vivida, nunca más.
Cuando hablemos de violencia, sobretodo de violencia pasada, mirémonos el ombligo primero…las pelusas siempre vuelven ahí, lo importante es mirarse cada día, para tener la precaución de que no vuelvan a salir.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Depende de quién estes hablando. La violencia en Chile fue clarísimo de donde vino y quién la mantuvo durante 16 años, nada está al nivel de la capacidad de violencia de un ejercito y su policía secreta, el resto son anécdotas desagradables.
Te respondo como dijo acá una sicóloga francesa refiriéndose a una socióloga judía que volvió al pueblo donde lincharon a la familia de su madre- exterminándola- para preguntar casa, por casa, quién fue y cómo fue ese episodio fundamental de la vida de su madre:
No es grosero preguntar, y más que defenderse lo que deberían los del pueblito ese es distanciarse de sus padres, demostrando que al fín son adultos y que ellos NO tienen nada que ver son eso. Seguir queriéndolos es otra cosa, y algo que nadie puede pedirles que dejen de hacer.
Yo me distancio de lo malo y lo criminal, lo que estuvo mal, no se puede defender, pero no me hago cargo de las responsabilidades ajenas. Yo creo que en Chile hay una deuda no pagada con las víctimas. Las simpáticas y las pesadas, con las que tuvimos afinidad y con las que no la tuvimos.
Pero aquí no se trata de huevos y gallinas, si hablamos de violencia.

AleNina dijo...

Es a lo que voy, ni huevos, ni gallinas...deje el post por que a muchos se les olvida su propio pasado de violencia y les encanta hurgar en la herida ajena.
La violencia siempre dejará victimas,siempre quedarán deudas y siempre estarán los pelotas que incordian con el tema.