sábado, 31 de enero de 2009

Nanogésimo sexto día


Pues ya es febrero, el clima no da tregua, ya que cuando menos te lo esperas bajan los termómetros y me hace recordar que es invierno y no verano…
Cuando era más niña, más niña de lo que soy a veces (aún), los veranos los pasaba con mi mamita (abuela), algunas veces esperábamos febrero para irnos de vacaciones al sur, siempre a casas de familiares que veíamos una vez al año.
Un verano nos fuimos a Mehuin, un balneario que hay cerca de Valdivia….en esos años aún no era tan conocido, como creo que lo es ahora, lo que lo volvía un lugar tranquilo para disfrutar del mar, recuerdo que el pueblo tenía una gran calle principal y un par de calles que los cruzaban, la plaza y eso era todo…no había más….al menos eso recuerdo yo.
La tía que íbamos a visitar, tenía un local de videojuegos, por lo cual era el punto de encuentro de los más jóvenes del lugar, yo tendría unos doce años, quizás once, no recuerdo bien…pero era la más pequeña en el lote de primas que estábamos ese verano, la mayor no superaba los dieciocho.
Mi mamita era muy estricta, criada en las viejas tradiciones…recuerdo el día que se acabaron las servilletas de papel, mi tía la no tuvo ningún problema en plantar un rollo de papel confort en la mesa (papel higiénico)…aún recuerdo la cara de desaprobación de mi mamita, jaja.
Como a los quince días de estar en Mehuin, comenzaron las fiestas del pueblo, por lo cual habían alianzas y todos los días hacían competencias, para ver qué color resultaba ganador, yincanas, carreras en la playa, disfraces…pero el broche de oro, era la fiesta, que se celebraría en la discoteca del pueblo.
La noche la esperábamos todos con muchas ganas, para mí sería mi primera salida de “grande”…cuando le pregunte a mi mamita si podría ir, la respuesta creo que se escucho hasta en Arica...fue un rotundo no….la verdad es que me desanime un montón y me puse a llorar de pura frustración…mis primas me habían animado un montón y yo me lo creí…
Con el comienzo de la caída del sol, comenzaron los arreglos para la fiesta en la casa y yo arrastraba mis cinco metros de cara por la misma…la tía hablo con mi mamita, pero nada…no cedía….
Se acostó temprano ese día mi abuela…al menos eso creímos todas…así que cuando mi tía confirmo que ya estaba en la cama, nos viramos todas a la discoteca. No podía creer que estuviese en ella, las luces, la música…todo era nuevo para mí y me lo estaba pasando genial, tanto que me habían sacado a bailar y no me lo podía creer….como tampoco me podía creer que en un momento a mis espaldas tenía a mi abuela, quien me agarro de la oreja y me saco volando de la discoteca…qué vergüenza!!
Aún puedo recordar como mis primas salían de la discoteca para hablar con mi abuela, pero no había caso, el enojo era gigantesco…ni mi tía ayudo echándose la culpa de lo sucedido…nada ayudo para que me quitaran el castigo de encima….aunque era verano, yo a las diez tenía que estar en la cama y así sucedió hasta que nos fuimos de Mehuín.

Quién me iba a decir que tantos años después y a catorce mil kilómetros de Mehuin, ad portas de un nuevo febrero frío, iba a recordar la vergüenza que me hizo pasar mi mamita.



Está es la canción que bailaba, cuando me agarraron de la oreja...
Soda Stereo - El Rito






La versión sinfónica, me encanta...( no pude evitar agregarla)
Gustavo Cerati - El Rito



6 comentarios:

Luisa dijo...

DIOOOOSSS!!
¿Tu abuela en la discoteca fue a por tiiiii??? y de una oreja!...auuchh...
ayy Ale (jaja, perdona que me ría) pero pobechitaaaaaa!!...qué dolor...chiquita...
Bueno, que te quiten lo bailao!...
(lo bueno es que hasta de esas cosas, uno puede reirse y hasta extrañarlas).
Un besote
(quizás el miércoles suba a Madrid, pero me lo estoy pensando por el clima, pero yo te aviso)

AleNina dijo...

Luisa, dolio el orgullo en esos años..ahora es una anécdota que guardo con cariño.
(que te estoy esperando, que habra sol del bueno, así que vente)
besos gordos

Juan dijo...

A mí también vino mi padre a recogerme al pub donde solíamos estar. En aquella época no había móviles y, aunque ya tenía edad para no decir pito, generalmente mi padre sabía de mis tres,cuatro sitios de siempre. Lo cual no quita que la impresión fuera mayúscula. Mis amigos me dijeron:" ese...ese que entra por la puerta es..¿tu padre?". "Pues sí, y no creo que venga a invitarnos a una copa"-añadí. Mi saludo nervioso y acigarrado fue respondido así:" Tu tío ha muerto.Nos vamos al tanatorio a pasar el resto de la noche". Así, sin anestesia.

pal dijo...

Ojalá no me olvide nunca que los niños son personas y sienten... digo, porque si me toca sacar al Adri de alguna, que sea con dignidad al menos.
Yo también estuve en Mehuin ... creo... en casa de amigos. Claro que yo en provincia (jijejeje...) siempre fui la santiaguina descocada total.

AleNina dijo...

Que fuerte Juan!, como bien dices..sin anestesia. Fue una perdida muy sentida para ti?
un abrazo grande

AleNina dijo...

Sí, por favor, con dignidad, ya que le será suficiente con la vergüenza…
A mi me pasaba eso con los años….bueno hasta el día de hoy me encuentran descocada algunos, jajaj…será el smog que nos afecto???
Un beso gordo