Vigésimo cuarto día

Un día equis mi mamá dijo que nos mudábamos de ciudad…era una reverenda lata, por que yo pensaba (sí, a veces pienso) que haría la enseñanza media con mis mismos compañeros, pero no!!...bueno esa idea falló cuando decidieron cambiarme de colegio al pasar a segundo medio, ya que con mi yunta no nos portamos muy bien en primero y la monja aconsejo a nuestras madres que lo mejor sería separarnos, jaja.
Bueno, como iba contando, nos cambiamos de ciudad, unos cuantos kilómetros más al norte de donde estábamos…la verdad es que no me apetecía volver a ser la nueva, ya había establecido pequeñas raíces donde estábamos viviendo, pero donde manda capitán….
Aún recuerdo cuando me puse el uniforme para ir por la tarde al liceo con mi mamá, debíamos ir a hablar con el director, para ver si hay vacantes y lógicamente que las había. Me ofreció quedarme ese día, pero yo cortésmente huí…soldado que arranca, sirve para otra guerra.
Así que nada, jornada de tarde, entraba si mal no recuerdo a las dos de la tarde, pero como era nueva, me fui a inspectoria para que me indicarán mi sala..estaba más nerviosa que monja con atraso (sin animo de ofensa), mi sala estaba en el segundo pabellón, en la planta segunda, la primera puerta a mano derecha..al entrar me encontré con más de 30 compañeras que me miraban con mucha curiosidad.
El grupo ya está formado, venían desde primero medio todas, pero me acogieron muy bien..claro que una paso de mi, jajjaa, esa una es una de mis grandes amigas.
De a poco nos fuimos relacionando, salíamos juntas, nos escapábamos para ir a los columpios que estaban cerca del parque y poco a poco nos fuimos haciendo inseparables.
En tercero medio nos separamos, por que ella opto por el biológico matemático y yo negada para los números y ciencias me fui al humanista..pero seguimos en el mismo liceo..a gritos nos llamábamos de un pabellón al otro, por que en los recreos debíamos vernos.
Mi amiga le quedo gustando tercero y como si fuese un rico plato de tallarines se lo banco enterito; yo pase a cuarto y luego ingrese a la U.
Cuando ella entro al siguiente año a la U, nos fuimos a vivir juntas a la pensión donde yo estaba, compartíamos habitación con mi compañera de carrera, claro que a mi amigaza no la veíamos nunca, se lo pasaba metida en cuanto taller y carrete que había.

Yo a mitad me baje de la carrera que estudiaba y volví a Santiago a estudiar mi profesión actual, pero seguíamos en permanente contacto, nos escribíamos y cada vez que coincidíamos en la ciudad nos juntábamos, teníamos que ponernos al día de todo los que nos acontecía.

Cuando ambas definitivamente volvimos a nuestro ciudad, ya nos veíamos con tanta regularidad como en el colegio, yo me quedaba en su casa o ella en la mía, íbamos al mall a revolver la ropa y no comprábamos nada ( hacer daño le decíamos): Tuvimos una época que instauramos los sábados de asado en casa de otra amiga y luego nos íbamos a bailar.

Te acordai cuando llamábamos un taxi y nos metíamos más de cinco en el??? jajjajaa, aún recuerdo la noche que llamamos a nuestro taxista conocido, el que nos aguantaba esa tontera y como no llegaba llamamos otro, cuando nos estábamos subiendo al taxi, llego el habitual y nos cambiamos corriendo de auto.
O cuando nos juntábamos un buen lote entre tus amigos, los míos y nuestros respectivos primos?. O cuando fui a a tu casa en la cordillera, subí como cinco kilos en una semana y estuve con caña el finde en casa?
Mil y un recuerdos, mil anécdotas, días de calor sin hacer nada o salir corriendo para pillar al que vendía algodón de azúcar.

Eres mi migui y aunque estoy lejos, serás mi hermana de la vida para siempre..te queda claro??

Dile a la tia que me guarde las humitas, que ya iremos con mi niño a mi Chile querido.

Y como dice el Rumpy..te voy a poner un tema...el que cada vez que oigo, me hace recordar como lo cantas tú.