viernes, 14 de noviembre de 2008

Sextuagésimo noveno día




Ayer cuando me senté a almorzar en el trabajo, tenían puesto el televisor y por ende comenzamos a ver las noticias, cuando anunciaron que enseñarían el caso de la niña inglesa que ha rechazado un trasplante y ha decidido morir se armo…unos opinaban que con 13 años no podían permitirle que tomase una decisión así, otros opinaban que la verdad es que sí la operación no era cien por cien segura se entendía su decisión, todos tenían alguna teoría y algún punto de vista.
La decisión que ha tomado, me llama la atención más que nada porque al oírla, demuestra una madurez que es razonable con todo lo que le ha tocado vivir.
No soy madre y creo que más de alguna me diría, que sería capaz de dar su vida por la de sus hijos, lo cual es totalmente comprensible, pero sí tienes un hijo gravemente enfermo, un hijo que vive de hospital en hospital, que lucha por vivir y la ciencia no es capaz de hacer más por él , ¿para qué extender más su dolor?.
He conocido a personas que han perdido a sus hijos en distintas circunstancias, mayoritariamente en accidentes...y son incapaces de sobreponerse al dolor de la perdida, pero la reacción de los padres de esta niña me llamo la atención.
Una de mis compañeras justificaba la frialdad de los padres indicando que son ingleses, pero yo lo dudo, el dolor de la pérdida de un ser querido es trágica en cualquier circunstancia, más cuando el ser querido ha decidido no luchar más por su vida, pero ¿ por qué estos padres han reaccionado así? Ósea, en ninguna entrevista se les veía tocados.
Tengo súper claro que hay que estar en el pellejo del otro, que nadie sabe lo que está viviendo o pensando el otro , que cada uno es un mundo, cada vida es una historia distinta… yo sólo espero que la historia de esta niña no pase inadvertida.

4 comentarios:

Luisa dijo...

Ale, excelente post (tremendo caso)...bueno, a ver..Nosotros también cuando escuchamos la noticia nos impactó.Inmediatamente dijimos,No es posible que sus padres no lo impidan.Luego,interesados en la noticia nos enteramos (por el comunicado que dió la familia) que la operación y los medicamentos que debía de tomar de por vida,muy probablemente era que desarrollara de nuevo la leucemia que padeció,la chiquita pedía estar en su casa,ya no más hospitales ni historias, disfrutar de los suyos. Y comprendimos que no podemos juzgar a la ligera ni a los padres ni a ella (igual yo la convencería para que luchara y se quedara con nosotros,sometiéndose a todo,con tal de estar más tiempo con ella, pero eso sólo sería egoísmo de mi parte y sólo estaría pensando en mi dolor y no en el de ella)
Yo he vivido muy de cerca (con mi primer esposo, que murió de cáncer a los 41 años) lo que es una enfermedad terminal y ahora con Daniela,que aunque no padece una enfermedad terminal (GaD)su problema de espina bífida,la somete a revisiones y operaciones periódicas...Recuerdo que hubo un momento en que a MArtín le plantearon una operación en la que no lo curaba pero le daba más tiempo de vida, entre otras cosas, era cortar la lengua (el cáncer lo tenía en la mandíbula y se expandió) y él dijo:¿Me curará?. La respuesta fue clara:NO,pero tendrás más tiempo...Y mira si él no tenía cosas y ganas por qué vivir, 3 hijos,la menor con menos de 2 añitos...y no quiso,estaba cansado,la quimio,la radio,todo era tremendo el dia a día, me dijo, Me voy, pero me voy entero,ya no quiero más operaciones, quiero vivir el tiempo que me queda,aqui en casa,con mis hijos...¿Quién podría recriminarle nada?
... Mi Daniela desde el primer día de nacida,la operaron, estuvo internada más de 3 meses en el hospital. Ahora tiene una insuficiencia renal crónica,pero se sobrepone a todo,es una luchadora, es increíble,si la vieras...Para mi,(e incluyo a Juan,por supuesto) no hay mayor dolor que el dolor de los hijos, del que he sentido al verla a ella llorar de dolor o de tristeza...me he cansado de pedir que todo lo que ella tuviera que pasar,que me pase a mi...si nosotros pudiéramos ahorrarle cada pinchazo,cada dolor que ella tiene y estuviera en mis manos,lo haría.
No es frialdad de los padres, es respetar que su hija prefiera vivir ése tiempo feliz y cerca de sus hermanos,con los suyos...nosotros pasamos días y noches con Daniela,pero al menos 20 días,no pudimos tocarla ni darle un beso, sus hermanos pudieron cargarla hasta que ella salió del hospital...la imagen de Daniela rodeada de sus hermanos,ése dia,lo tengo tatuado en el corazón...Cada día que pasa alguien querido en un hospital por más cuidados y cariños que se ponga, no compensa lo que es despertar en tu cama y saber que un nuevo día comienza cerca de los que te aman y amas...
ufhh, perdoname, me he extendido demasiado...(y me quedó mucho,pero mejor paro...esto me supera)
Te abrazo.

pal dijo...

Una de las cosas más difíciles de aprender cuando se tiene un hijo, es que tiene vida interior propia y que estamos obligados a respetársela.
A mi, que soy más sana que lechuga, me cansan las enfermedades, tanto que muchas veces dejo de ir en la mitad de un tratamiento médico, me imagino perfectamente que alguien no quiera más.
la medicina en la actualidad es terriblemente altanera, te ponen de todo para mantenerte con vida, al precio que sea.
Estar vivo es un valor, pero no si es de cualquier manera.
Dios me de el valor de irme, de dejarme ir, en el momento preciso.
(si, me pongo religiosa en casos así)

AleNina dijo...

Luisa, la historia de tú marido es de una fuerza increíble, pero lamentablemente algunas enfermedades ganan, ganan a las ganas de vivir, a la paciencia, al seguir luchando.
No sabía lo de tú niña y no sabes cuánto lamento que desde tan pequeñita tuviese que pasar por un hospital.
El tiempo que yo tuve que pasar en el hospital me marco, me resistí años a entrar a un quirófano, pero al final lo hice, no una sino que tres veces y no lo pase bien, fue duro en lo personal, una larga recuperación y una llorada rehabilitación. Sé que lo mío no es nada en comparación con lo que viven aquellos que padecen de una grave enfermedad, pero si entiendo el cansancio, el tener que luchar día a día, el ir de un médico a otro, buscando la esperanza llamada cura.
A veces recuerdo lo vivido cuando me opere (no me acuerdo de todo, es la verdad, es como si me auto negase lo vivido), la compañía de mis seres queridos, de todos y cada uno de los que me acompañaron en esos momentos.
De verdad teagradezco tanta sinceridad y confianza para contarme parte de tu vida.
Besos gordos

AleNina dijo...

Pal, como tú bien dices, muchos padres no entienden que sus hijos tienen vida propia y que deben respetar sus decisiones, por dolorosas que sean…siempre recuerdo una frase que dice “ tus hijos no son tuyos, son prestados”.
Que maravilla ser sana como una lechuga, que maravilla! Yo me cuido mucho, pero no intento no tomar medicamentos, a veces me resulta, a veces no..sobre todo los analgésicos, cuando me siento demasiado mal, me tomo un paracetamol.
La verdad es que encuentro que no es la medicina la altanera, altanera es la actitud de algunos de retener la vida de un ser querido , al precio que sea..en mi familia lo vivimos con mi abuela materna, por más que mi mami insistía que le dejase morir tranquilamente, mis tíos se resistían y la mantuvieron con vida más de lo debido, sufrió muchísimo, a pesar de tanta analgesia……eso aún duele….
Yo también pido irme en el momento preciso, espero que nos oiga Dios Pal
Besos gordos